40 días nos separan del ansiado 1 de octubre. Y como una cuaresma típica, comienzan ya los quehaceres y preparativos del día glorioso que nos espera. Un mes algo más largo, en el que se limpiará la plata, se fundirá la cera, habrá ajetreos de costaleros, se montarán los pasos, se sacarán papeletas de sitio y un largo etcétera, todo lo que conlleva esta época tan especial para cualquier Hermandad. Hoy lunes que se adelata al miercoles y en el que nos falta la ceniza. Esta vez no será primavera, las tardes no serán más largas, ni las noches más cortas, sin olor a azahares, pero todo más o igual de intenso, días de Hermandad y de convencia que nos esperan en torno a esa imagen que nos hace presente a Dios y que este año conmemora 450 de existencia.
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